Lloré un río.
Y aun así aún tenía el pecho lleno de pena, los ojos rojos y un caos en la cabeza del cuál por más que lo intentase no podía salir. Mi mente caía en bucle una y otra, y otra vez. Era como caer desde un precipicio a velocidad crucero durante toda una vida y pareciera nunca terminar. Cada metro que me sentía más abajo, era una parada con toma de decisiones incluida. Erróneas, la mayoría de ellas. Estaba tirando un millón de oportunidades con las que había soñado durante tantísimos años e inconscientemente se me estaban escapando de las manos y por más que cerraba los puños no había manera de atar esas experiencias a mi realidad de alguna manera u otra. Quisiera hacer un standby que me permitiera parar el tiempo, que me permitiera evolucionar.
-Qué contradicción.-
el amor a veces es incontrolable... pero sigue siendo una experiencia positiva, siempre...
ResponderEliminarte agrego a mis blogs, saludos!
Bienvenido!
EliminarClaro que sí, sólo por sentir a veces ese sentimiento tan fuerte merece la pena.
Un saludo fuerte y gracias por pasar ♥
Uno no para de llorar por sí mismo hasta que no aprende a reírse sin parar de sus propias miserias, casi siempre tan banales..., a reconocer sus fortalezas y a contrarrestar sus defectos perdonándose de antemano alguna que otra recaída.
ResponderEliminarSaludos!
Estoy de acuerdo contigo, uno comienza a ser verdaderamente fuerte cuando es consciente de sus propias debilidades y sabe gestionarse a sí mismo.
EliminarUn saludo!
Volver al pasado no soluciona nada, se aprende más de las decisiones que tomamos en el momento aunque no sean las correctas.
ResponderEliminarUn saludo.
Así es... Eso de aprender por cabeza ajena no te da la suficiente experiencia como para no recaer de nuevo en un error. Lo importante es el hoy.
EliminarOtro saludo para tí!
Ya sabes que igualmente pasé por una etapa intensa, con la cual aún lidio con algunas de sus repercusiones. Es todo un proceso amoldarse a lo nuevo y dejar ir lo que estorba. Intenta poner tus ideas en orden, reflexiona sobre lo que es verdaderamente esencial en tu vida y para este momento. Si te toca romper relaciones para estar más sana, hazlo. Duele, es difícil, pero es parte del autorespeto. Si tienes que dejar tu rutina, un puesto o una situación, hazlo. A veces creemos que ahí acaba el camino, pero en el fondo sabemos que no es así. A veces es necesario abandonarlo todo para poder ver con claridad hacia dónde ir.
ResponderEliminarEs muy difícil a veces abandonar algo a lo que llamabas ''hogar'', y aunque a veces sabemos que no nos está haciendo ningún favor... insistimos. Tienes toda la razón, yo también pasé y aún sigo lidiando con una etapa dura... pero así es, me quedo siempre con lo positivo y lo aplico en mi día a día. A veces como dices, debemos perdernos para encontrarnos... Aunque hace falta valor.
EliminarGracias por seguir leyendo y pasando por aquí! ♥
A veces tenemos que parar para poder avanzar. Bien sea para recuperar fuerzas, para recuperar el norte (o el sur, o la dirección que llevemos), o para asegurarnos de que seguimos con nosotros mismos
ResponderEliminarEs bueno volver a leerte. Espero que te sirva escribir
Besos
Me sirve... Y me reconforta saber que personas lo leen con atención y dedican su tiempo en aconsejarme.
EliminarGracias por pasar! Un saludo
No es contradicción. A veces una parada a tiempo nos permite coger carrerilla después.
ResponderEliminarUn beso lector.
Correcto.
EliminarSin embargo el tiempo es lo único que no regresa y que no toma pausas por nadie.
Un saludo!
me encanta lo que escribes
ResponderEliminary lo que siento cuando te leo
Muchas gracias! ♥
EliminarHola, hermoso y doloroso, llorar es limpiar, así que llora lo que necesites y luego vuelve a comenzar, es difícil pero no imposible
ResponderEliminarAbrazo
No es imposible, pero hace falta tener la meta o el objetivo claro y reunir la valentía suficiente. Aun así, estoy segura de que podré (y quién se lo proponga podrá) romper el muro.
ResponderEliminarGracias por pasar! Y bienvenida! ♥