Quería verme arder en tu fuego aún sabiendo que acabaría hecha trizas. Quería verme soñando una noche más a tu lado aunque mis sueños fueran pesadillas. Quería que escucharas el latido, que sintieras el latido... porque la verdad nunca se me dio demasiado bien aplicarme esos consejos tan lógicos que a los demás regalo. Quizá era pura intensidad. Quizá era vivirlo al límite. Pero yo quería hacerlo, quería hacerlo contigo. Me guardé la poquita esperanza que tenía al amor en un bolsillo, repitiéndome una y otra vez que esa poquita esperanza es lo último que se pierde. -Aunque a veces sentí perderlo todo- Y ya que estaba dispuesta a saltar desde un maldito acantilado y poner a prueba mi miedo a las alturas por tí, desearía -al menos- que fueras tú quién me cogiera al final de la caída.
Y es que el amor nos da alas, vuelo y, todo nos parece posible desde su mano y con la persona amada.
ResponderEliminarMil besitos.
Además de verdad.
EliminarBesos y gracias por pasar!
Es un poco injusto que se tenga que saltar para comprobar que están esperando, pero aveces es así, hay que asumir el riesgo, cuando lo bonito sería que ya estuviese pendiente de tu salto.
ResponderEliminarSaludos.
El miedo está ahí para avisarnos, para hacernos cuidadosos... pero a veces sin riesgo todo pierde un poco más de sentido.
EliminarSaludos
♥
El amor es así de extremo. Un beso
ResponderEliminarY de intenso.
EliminarUn beso!
Hay que tener cuidado, a veces lo que pensamos que es amor no resulta serlo...
ResponderEliminarMe siento muy identificada.
Un saludo.
Cierto es, la obsesión o la necesidad se disfrazan usualmente de amor y tienden a engañarnos jugando al despiste. Y es muy difícil reconocerlos si juegan bien sus respectivos papeles.
EliminarUn saludo
♥
El exceso de intensidad a veces duele. Es la cruz que ha de vivir toda persona realmente apasionada; a veces se confunde la obsesión con el amor, y en la necesidad de sentirnos amados nos entregamos a relaciones inestables.
ResponderEliminarProcura buscar tu bienestar siempre, un poco de riesgo se vale, pero no algo que vaya a romperte a sabiendas.
Totalmente de acuerdo. Yo en particular, soy alguien muy pasional que me dejo llevar por los fuertes sentimientos y emociones -a veces también negativos- En ciertos momentos pienso que mi balanza corazón-cerebro está descompensada y que la lógica, la serenidad a la hora de tomar una decisión, etc nunca serán mi punto fuerte.
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